El baño blanco eclipsó el pasillo · Raúl, 18 goles · Ruud vino, vió y venció · Higuaín y Robben siguen enrachados
Real Madrid 4 - 1 FCBarcelona

Desde un primer momento, el Barcelona salió al césped del Santiago Bernabéu con los brazos caídos, con la mirada perdida y eso debió darles ganas de unirse a la fiesta del coliseo blanco. Porque la actuación culé en el partido pareció reflejar exactamente ese estado de ánimo. El pasillo, eso sí, fue un pasillo señor. Incluso Frank Rijkaard quiso homenajear a los campeones. Pero eso fue lo de menos después de que Pérez Burrull diera la orden de comenzar. El centro del campo azulgrana era de juguete comparado con el pobladísimo mediocentro del Madrid, con Gago, Diarrà, Guti y Sneijder, que no dieron ni la más mínima opción a los Xavi, Toure y Gudjohnsen. El desánimo azulgrana venía unido al hambre, a las ganas y al 'espíritu de sacrificio' madridista. Todos nos preguntamos cómo este equipo dio este es

Raúl, después de un rebote y de una posible falta de Guti a Márquez, lanzó un tiro raso y ajustado que se coló en la meta de Valdés. 1-0 y más cerca el Zamora para Iker. A los culés les quemaba el balón en los pies y no les duraba. Poco después, una inexistente falta de Abidal sobre Sergio Ramos sirvió para que Guti lograra su 15ª asistencia de la Liga, con un centro perfecto a la cabeza de Robben, que le está cogiendo el gusto a marcar con la testa. La actuación del colegiado en estas dos acciones pudo ser injusta con el Barcelona. Pero quedarse en el victimismo es ridículo, teniendo en cuenta que con ayudas o no, el Real Madrid les pasó por la piedra.
Rijkaar tira la casa por la ventana

Pero en la segunda parte vino otro vendaval. Un Diarrà inconmensurable se trabajó él solito la medular. Además, para colmo, se internó en la banda al más puro estilo Figo, para ponerle un balón perfecto a Higuaín, que se volvía a encontrar con el gol por cuarta jornada consecutiva. Schuster quiso ser honesto con sus capitanes y al poco de la reanudación sentó a Raúl y Guti, que pusieron patas arriba al Bernabéu. No fueron los únicos. Van Nistelrooy, que volvía tres meses después, sustituyó al '7' y la afición mostró su cariño con el 'Pichichi' de la Liga pasada. Y para colmo, anotó el penalti que cometió Puyol por manos al centro de Robinho. 4-0 y todavía quedaba un cuarto de hora por delante.
En ese momento, cuando el público pedía una manita, el Barcelona se apretó los machos e intentó que este partido no pasara a la Historia por los goles recibidos. Messi se echó el equipo a la espalda y tras dos intentonas falladas, puso un balón perfecto a Henry, que no falló ante Casillas. Un gol que no pudo paliar la vergüenza que sentían los seguidores culés, ni el jolgorio que se vivían en las gradas de Chamartín.
Al final, amago de celebración de los jugadores madridistas que no pasó a mayores. Raúl se reservó el capote para el Levante. Casillas se llevó el Zamora y la afición blanca, la alegría de la temporada.
El pasillo y la goleada
10 comentarios:
Bueno, soy aficionado del Barça (como bien sabes) y, extraordinariamente, nada tengo que objetar a tu escrito. Podría decir que los tres primero goles nacieron de errores arbitrales, pero no se puede dar protagonismo a eso cuando lo verdaderamente notorio es que los jugadores del Barça jugaron como si les diera igual. En fin, tampoco hay que darle más importancia de la que tiene, es fútbol, ellos cobran lo que no vamos a cobrar en nuestra vida y lo triste es que haya más jóvenes que se manifiesten en la Cibeles o en las Ramblas cuando ganan sus equipos o en las concentraciones de botelleos que para otras cosas...
Un saludo.
Está bien que hagas tu comentario. Pero no me vengas con eso porque bien sabes que siempre vas a la Redonda cuando gana algo el Barça. ¿O es que tú no te cuentas? Si no te parece bien que la gente vaya a celebrar el título de su equipo, aplícate el cuento.
No he dicho que me parezca mal que se celebre un título del equipo (que es lo que yo he hecho más de una vez), sino que eso tenga más repercusión y más relevancia en la juventud (y no tan juventud) que otras cosas. Yo me cuento en los que van o han ido, no en los que le dan más importancia de la que tiene...
Cada uno le da importancia a lo que quiere. Para mí, ya lo sabes, el fútbol es muy importante. Tanto, que querría dedicarme a hablar exclusivamente de fútbol. Eso para mí, sería ser feliz.
Cada uno le da importancia a lo que quiere... pues claro, faltaría más. Me sorprende tu respuesta, no por que le das importancia al fútbol (cosa que ya conozco y respeto, naturalmente), sino porque parece que se la niegas a otras cosas que, se supone, te importan también, y las cuales YO considero más importantes. No lo tomes como ataque personal, joder, que ya nos conocemos...
No me lo tomo como ataque personal, sólo he puesto un ejemplo, el mío. Hay otras cosas que sabes que me parecen importantísimas, pero el fútbol es mi pasión y lo demás me es secundario.
Coño, lo siento, maximum, pero en este comentario estoy con ruinas humanas... Es muy cierto, el futbol es importante, pero hay cosas que lo son todavía más... Mujeres, alcohol... En fin, la lista es muy muy larga.... jejeje
Por cierto, el ultimo comentario ha aparecido como anonimo, aunque soy monty!
Me lo he figurado jeje. Te doy la razón en parte: las mujeres vale, pero no me mola ir borracho al fútbol jaja. Ya lo fui al partido de España en el Mundial contra Túnez y no me moló mucho ir tocao.
El fútbol está bien y cada uno lo vive como quiere. Tengo un amigo que trabaja en la sección de deportes de un periódico y no podría vivir sin cubrir partidos de su equipo chillando y animando a los jugadores (un periodista imparcial, jeje...).
Lo más curioso de esto es que la lista de las "otras cosas" empieza por las mujeres...jeje.
Un saludo!
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