El Madrid y el dominio en Europa

No es fácil para cualquier equipo del mundo hacer una gran temporada. Ganar un título es mucho más difícil de lo que parece, aunque el equipo se llame Manchester United, Milán o Real Madrid. Hablemos de estos tres casos, uno por uno:

El Manchester United ha sido reconocido por casi todo el mundo este año como el mejor equipo del planeta. Un conjunto capaz de arrasar a sus rivales con sólo pensarlo. Cuenta entre sus filas con un jugador, diferente a todos los demás, Cristiano Ronaldo. Juega al fútbol de manera velocísima, enloqueciendo a su rival. Pero no por eso tiene asegurado triunfar esta temporada. En su liga, el Manchester va líder, pero está empatado a puntos con el Chelsea. Un mínimo error le quitaría la Liga que parecía tener ganada. En la Champions League tenía pinta de ser el único favorito para levantarla en Moscú, pero se ha encontrado por el camino a un equipo hundido, como es el Barcelona, que le está plantando cara y no se lo va a poner fácil. Además, aunque pasase de ronda, tendría como rivales, nada más y nada menos que al Liverpool o al Chelsea. Es decir, el 'mejor equipo del mundo' puede que pase un año en blanco.

El Milán está en crisis. Pero hasta que no llegue el próximo 21 de mayo, el equipo rojinegro sigue siendo el vigente campeón de Europa. Es un equipo envejecido, en el que la gran mayoría de los jugadores ha ganado todo lo que un futbolista puede ganar y carecen de motivación suficiente para seguir luchando por más títulos. El Milán necesita un cambio de ciclo enseguida. Debe dejar de ser la ONG (by LuisFran Castillo) en la que se está convirtiendo, que recoge a los jugadores semijubilados para que puedan tener un final feliz. Kakà y Pato son el futuro de un Milán que tiene harto difícil participar siquiera en la próxima edición de la Liga de Campeones. Para colmo, el Inter de Milán puede ganar su segunda Liga consecutiva (en el césped, ganó otra en los despachos) en el derbi lombardo de San Siro ante su máximo rival, el Milán de Ancelotti. La reelección como presidente italiano es de las pocas alegrías que se va a llevar el máximo mandatario milanista, Silvio Berlusconi.

Parece que el Real Madrid está afrontando el cambio de ciclo que inició Florentino Pérez dimitiendo en Mallorca hace dos años. Han desaparecido de la plantilla las 'vacas sagradas', los 'galácticos' (véase Figo, Zidane, Beckham o Roberto Carlos) y se ha llenado su hueco con jóvenes hambrientos de títulos, que no han querido dejar escapar la oportunidad de ganar de blanco. Tresa años sin nada que llevarse a la boca era demasiado tiempo en la Casa Blanca. Ramón Calderón, presidente madridista, quiso acabar con esa racha de un plumazo y apostó sobre seguro. Fichó a Capello, entrenador que asegura título. Fichó a jugadores experimentados aún con ganas, como Van Nistelrooy, Cannavaro, Emerson o Diarra. Y apostó por chavales en principio inexpertos que querían asomar la cabeza en Europa, como Higuaín, Gago o Marcelo. El resultado fue una Liga más que luchada, vencida en la última batalla, ante el rival que vive el proceso contrario al merengue. El Barcelona está entrando en barrena y cambiar rápido suele ser la mejor solución.
Este año algunos podían pedir algo más que en el pasado. Querían algo más que dominar en España. Pero lo que no entienden es que el Real Madrid no dominó el pasado año en España. Ganó la Liga casi de milagro en el último partido. Esta actual temporada es donde el nuevo Real Madrid ha asentado su dominio en España, ha demostrado que él es mandamás, el jefe de Estado.
No, la Roma no es mejor equipo que el Madrid, pero hay que entender unas cuantas cosas sobre esa eliminatoria. El equipo de Schuster está plagado de jugadores que no tiene gran experiencia en competiciones de ámbito europeo, que no saben aún lo que es vivir bajo la presión que entra en la sangre al oír el himno de la Champions. Además, no hay que olvidar que Schuster no pudo contar con jugadores fundamentales en su esquema, como son Robinho, Robben, Van Nistelrooy o Sergio Ramos. Pero realmente no pasa nada por no haber ganado esta Copa de Europa. El dominio inglés es obvio y hay que aceptarlo.
Pero el Real Madrid está poniendo los mimbres necesarios para crear un equipo que pueda volver a deslumbrar a Europa, como hizo hace pocos años. Esos jugadores experimentados están dando paso a los noveles, que le van cogiendo el gustillo a la responsabilidad, a la presión de jugar para el Madrid. Esos chavales que ya saben lo que es dominar en España, y que a partir de la próxima campaña, deberán empezar a imponer su poderío en Europa. Si no se puede implantar, que al menos amenacen con ello.