El Murcia terminó el partido con nueve jugadores por las expulsiones de Samuel y Marañón · El filial ve más cerca la Segunda B

En principio, el Castilla tenía muy mal rival con el que bailar, como era el ya ascendido Real Murcia y además en su territorio. Pero nada más lejos de la realidad. El filial madridista empezó con más ganas que el equipo grana y a los 3 minutos se adelantó en el marcador tras rematar Negredo un buen centro desde la derecha de Nieto. No le parecía suficiente su renta al equipo de Míchel, que dispuso de otras dos claras ocasiones antes incluso de cumplirse el minuto 10, una de ellas acabó en gol de De la Red, pero fue anulado por fuera de juego. Hasta ese momento, el Murcia estaba dormido y desconectado del partido... hasta que apareció Paco Gallardo. El andaluz, en una de sus cabalgadas por la derecha, dejó atrás a tres defensores blancos y puso un preciso centro a Jofre, pero la volea del catalán se fue desviada.
Samuel expulsado
El Castilla seguía intentando llegar a la portería defendida por Juanmi, pero no volvió a encontrar la claridad arriba hasta la segunda parte. Y eso que el árbitro se lo puso más fácil tras expulsar con dos tarjetas amarillas en un minuto al centrocampista pimentonero Samuel. Ésto desató la ira en una grada que acabó más pendiente de las actuaciones del colegiado que de su propio equipo.
En la reanudación, el Murcia salió más centrado y volvió a demostrar porque es un equipo de Primera división. Adrián Martín, ex del Castilla, marcó su segundo gol de la temporada (precisamente, sus dos goles se los ha marcado a sus ex) en el 48 tras rematar un preciso centro de un inspirado Gallardo. Pero la reacción murcianista no se quedó ahí, y dos minutos después fue Richi quien puso por delante a su equipo enviando a la red un servicio de Jofre. Lo difícil estaba hecho, pero aún se complicaría más con la expulsión de Marañón, con otras dos tarjetas en un minuto.
Míchel intentó aprovechar esta circunstancia e introdujo toda su artillería en el campo. Y le dio resultado. Los dos recien salidos, Rayco y Parejo, se inventaron una pared entre la defensa que culminó el último empatando otra vez el encuentro a falta de 22 minutos para el final. Toda la afición veía que el Castilla se llevaría los puntos de Nueva Condomina, pero el Murcia se asentó sobre el campo y no dejó maniobrar con claridad a los chavales del filial, que no volvieron a tener ocasiones claras.
La subida de Codina a rematar el último córner y las lágrimas de varios jugadores al final del partido son la cruda imagen de un equipo que cada vez está más cerca de consumar su retorno al infierno de Segunda División B.
Por otra parte, el Murcia se despide matemáticamente del título de Segunda y ya sólo le queda esperar a que termine la temporada para poder planificar el retorno a la máxima categoría del fútbol español.
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